Juan Carlos Alarcón me pidió, en febrero de 2014, que haga el discurso de bodas, en razón de su vinculo con Silvia Patricia Sacoto. En principio le confié a Juank mi convicción de que en la lista de amigos que compartíamos había gente mucho mejor preparada para tal acto. Juank no confió en mis sugerencias y me pidió que lo haga. Noche memorable en la capital de Manabí. Aquí, las palabras:
Postal de la boda: de izq a der: Juank, Silvi y este servidor, con corbata rosa. |
"Damas
y caballeros, me honra muchísimo estar frente a uds y con ocasión de esta tan
especial celebración. San Gregorio de Portoviejo alberga en esta noche a una
variopinta y nutrida concurrencia; proveniente de varios rincones de la patria.
Personas que tienen/tenemos un punto en común: el gran aprecio que sentimos ya
por Juan Carlos Alarcón Ruíz, ya por Silvia Patricia Sacoto Zambrano.
Juan
Carlos Alarcón Ruíz es uno de mis mejores amigos y desde que lo conocí
representó esa mixtura perfecta entre la pasión por los deportes y las emociones y
vivencias extremas, así como a la vez con el tipo sensible y recatado que disfruta de los
placeres intelectuales. Silvia Patricia Sacoto Zambrano es la fiel encarnación
de la profesional con capacidad y con visión de futuro que nuestra sociedad
requiere y necesita urgentemente para ofrecer mejores días a la patria.
Es
así que, ofrecer este brindis en honor de dos personas que han decidido, a
través del amor compartir su vida entera, es un detalle que merece ser reseñado
y resaltado por el halo de encanto y fantasía que conlleva implícito: se trata
–y dejemos en este momento a un lado conceptos rebuscados, intentos estériles
de definición y diatribas inconsecuentes con el cálido momento que estamos
viviendo…¿qué podemos decir sobre el amor?
Podríamos
decir que el amor desde un punto de vista filosófico es una virtud, desde un
punto de vista científico, podríamos llamarlo la evolución del instinto; pero
si lo ponemos en términos de uso común; podemos decir que se trata del compartir
juntos, el anhelar acompañarse el uno al otro; el hecho de querer estar juntos
porque a su lado todo será alegría, la ansiedad por terminar la jornada laboral
para volver a verse, las ganas de partir por rutas desconocidas donde la
brújula sea la emoción de estar juntos y el norte magnético señalado por este
dispositivo, el amor, el hecho de querer estar juntos porque sabes que a su
lado todo será alegría.
Juan
Carlos, Silvia Patricia; a ambos les gusta viajar y de este modo conocer nuevos
paisajes, vivir nuevos lugares. En este viaje que ahora emprenden, no me queda
otra cosa que hacerles saber que hay rutas y lugares donde no encontrarán más
que gozo, paz y alegría; habrán días soleados, con fresca brisa y llenos de
exuberancia; pero también habrán días donde la borrasca, amenazando incluso con
tempestad, nuble la vista, empañe la visión. Pero todos los que estamos
presentes, ante esta demostración de sentimiento que ustedes dos nos ofrecen;
sabemos y confiamos totalmente que el amor será su guía, que el amor les
mostrará el camino.
Yo
no podría terminar estas palabras sin referirme y sé que Juan Carlos y Silvia
Patricia y ustedes también distinguida concurrencia, sabrán perdonarme, pero es
que no puedo evitar sentirme en casa al ver a tantos de mis amigos y amigas y
disfrutar de la legendaria hospitalidad de la ciudad de los Reales Tamarindos.
Los
que me conocen, saben de mis coqueteos con el agnosticismo, de mi incorregible
escepticismo y de lo crítico libre-pensador que suelo ser; pero gracias a ustedes, Juan Carlos y Silvia
Patricia; gracias al amor que se demuestran: he empezado a creer en el amor, confío
en el amor, en el triunfo del amor y en las medias naranjas y en los besos de
eternidad. Que sean felices; que el amor que se prodigan dure para siempre".
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