viernes, 10 de febrero de 2017

La importancia de la participación de los jóvenes en Política (23-10-2013)


“Es importante que los jóvenes participemos en política porque tenemos lucidez e ideas innovadoras, además de que queremos un cambio integral de la sociedad, tenemos el conocimiento necesario y la voluntad nítida para servir a los demás” Maiholy Medina Zúñiga, 20 años, estudiante.

Los maravillosos y terribles años 60 han dejado eco de una de las más grandes explosiones de fervor juvenil que la historia recuerde. Impulsados por la fuerza de una nueva música que provenía de las entrañas del Mississippi y, allende el Atlántico por adolescentes británicos que crearon himnos de universal resonancia; jóvenes de todo el mundo hicieron sentir su voz de protesta contra las cosas que pensaron que estaban mal. Los dogmas eran cuestionados. El statu quo tomó nota del fenómeno juvenil  y de su fuerza: los jóvenes opinaban sobre política y las propuestas que hacían eran diferentes a las tradicionales, todo auguraba un cambio de época, un mundo en el que la paz y la igualdad eran posibles. En América Latina y específicamente en Ecuador, movimientos juveniles de izquierda ocupaban la primera línea de ataque contra un estado envejecido e inoperante. La magnitud de la participación de los jóvenes en temas políticos motivó entonces un –aunque inconcluso e insuficiente- cambio de agenda.  

En las décadas subsiguientes, la fuerza –y a veces, rabia- de los movimientos  juveniles sesenteros se disipó paulatinamente y los temas de “cambio” no ocuparon los principales lugares de los cuadernos políticos. Las personas encargadas de dirigir los destinos de las naciones de América –con contadas excepciones- seguían siendo personas cuyos cabellos (y generalmente sus ideas) denotaban el paso de los años.

Adentrados en la segunda década del siglo XXI; en el contexto de una “ola de cambio” –como llaman los partidarios- o un “regreso a algo que jamás funcionó” –como señalan los detractores- en América Latina, es evidente que hay un incremento de la participación de jóvenes en política, no solamente desde la trinchera ideológica, desde el manifiesto anónimo, desde la barricada, sino también formalmente: optando, participando y obteniendo cargos a través del voto democrático. En Ecuador, el actual Presidente obtuvo la primera magistratura a la edad de 43 años (actualmente 50). La actual Presidenta de la Asamblea Nacional (Congreso) cuenta con 29 años. Lo que distingue la actual participación de gente joven en política, con éxito o fracaso (según el cristal con que se mire) de vergonzantes participaciones de jóvenes en el pasado (Fernando Collor de Mello, Brazil 1992) es la cohesión entre la crítica al sistema –sin que implique desmantelamiento-, el acogimiento de valores indígenas como filosofía de vida (Ama Sua= No robar, Ama Llulla= No mentir, Ama Quella= No ser ocioso) y la pasión por lo autóctono.

Adicionalmente, en Ecuador; los jóvenes de hoy participan en política porque tienen a disposición espacios de comunicación de los que adolecían los jóvenes del pasado. En este acápite juegan un papel muy importante no sólo la implementación de ciertas políticas estatales que fomentan la articulación de redes juveniles ciudadanas, sino también el advenimiento de las TIC’s.

A través de distintas redes sociales, los jóvenes ecuatorianos se muestran activos expresando apoyo o desacuerdo con los actores políticos, proponiendo, consensuando o criticando el manejo de asuntos antes reservados exclusivamente al Gobierno, esferas cercanas a éste y algunos círculos periodísticos. Ejemplo: campaña en redes sociales a favor y en contra de la explotación del Yasuní ITT.  
Fotografía proporcionada de grupo político juvenil ecuatoriano

Esta participación adquiere cada vez mayor importancia en un país como Ecuador donde más de la mitad de la población tiene entre 0 y 29 años y el analfabetismo digital acusa un pronunciado y paulatino descenso. Es justamente la reducción de la brecha entre las personas que tienen acceso a internet y las que no, lo que está haciendo que cada vez más jóvenes se involucren en política, propiciando foros donde se pone de manifiesto la interculturalidad y la divergencia de opiniones.  

Las aristas señaladas, asi como otras que la escasa visión del que escribe este artículo impiden exponer; hacen del quehacer político una asignatura emocionante, puesto que pone a prueba el temple, la tolerancia y la sagacidad de los jóvenes de las distintas etnias (originarias o no) que conforman la sociedad ecuatoriana.

Creemos que no exageramos si afirmamos sin temor a equivocarnos que, en un mundo de cambiantes paradigmas, los jóvenes de hoy, que han sido capaces de asimilar cambios tan drásticos como el surgimiento y hundimiento de MySpace o de Hi5 y asumir sin problemas el manejo de Facebook o Twitter, están en plena capacidad de lidiar con problemas tan complejos –y cambiantes o desconocidos- como los que se presentan en este albor de milenio. La clase política sabe que una nueva generación toca a la puerta, ya no para solicitar prebendas u obtener “conquistas”; esta nueva generación toca la puerta para entrar…y quedarse adentro.


♪ Vamos, senadores y congresistas
Escuchen la llamada
No se queden en la puerta
No bloqueen el paso
Porque aquel que salga herido
Será el que se haya quedado atrás
Fuera hay una batalla
Y es brutal
Pronto sacudirá sus ventanas
Y hará temblar sus paredes
Porque los tiempos están cambiando♪ 
“The Times They Are A Changing”, Bob Dylan.

Jorge Luis García-Carchi
@jocho14


Artículo aparecido originalmente en el portal del colectivo francés "En ruta contra la exclusión", el 23 de octubre de 2013

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